Pertenece a las estructuras del trazado del canal de Aragón y Cataluña que sirven para salvar las dos depresiones formadas por el río Sosa y el barranco de Ribabona, en las cuales se apoya el sifón sobre obra de fábrica.
Se trata de un puente de cinco grandes arcos escarzanos, de 180 metros de longitud y 11 de altura, sobre el cual el caudal del anal discurre por el interior de dos gruesos tubos de 3,80 metros de diámetro.
En su momento supuso una importante y avanzada obra de ingeniería, de la cual la prensa contemporánea destacó las siguientes características técnicas:
La obra consta de cinco bóvedas de intradoses elípticos de 15 metros cada una, casi totalmente hechas de hormigón. Los tubos están formados por un camisa continua de palastro de tres metros de espesor, forrada interior y exteriormente con hormigón armado. Los trozos de palastro están unidos mediante soldadura.